Día 12-14: Hanoi

Te parece estar en una película americana con un plus de ingrediente «asia»: los bicitaxis (una especie de Rickshaw), los vendedores ambulantes con las bicicletas cargadas de mercancías, las casas coloniales (estrechas y altas) y los rostros de la gente… nos ha dado buen rollo… estamos oficialmente de buen rollo. Y por si fuera poco, a veces hay aceras!!

Añadido a lo que nos esperábamos, hay decenas de curiosidades, rarezas y comida muy, muy buena. Entiendo las recomendaciones de Pepa!

Las calles del old quarter

En las calles hay un hermoso bullicio de gente, muchos bares y puestos de comida, uno tras otro. La peculiaridad es que los locales se sientan en mini-taburetes y comen encima de ellos. Los sitios mas pijos suelen tener sillas. La diferencia sustancial entre pijo y no-pijo, está en las características de la cocina. A veces es un únicum con la zona del comedor, hiper mega sucia y ennegrecida, con las señoras que friegan los platos en dos cubos de agua directamente en la acera.

Hemos comido «Nom bo kho» (ensalada de carne de res desecado) en uno de estos sitios guarros con un tour gastronómico (es el sitio de los taburetitos). En el mismo tour hemos ido a lo que en barese se llamaría «alla casa della signora«, un cutresitio dónde hacían los «banh cuon» (rollitos al vapor). Ancho unos tres metros por seis de fondo. En la planta de arriba sirven a los clientes, pero por la noche se transforma en su casa. Un dormitorio para 12 personas. Al menos los abuelos tienen un espacio reservado detrás de un tabique y una televisión para pasar el rato. Es la foto en que toco el techo con la cabeza (!). Sí, eso es la casa de los 12. Nos han explicado que el negocio les va muy bien (son ya tres generaciones) y están convencidos de que si se mudaran a otra parte la suerte no les seguiría, luego nos tachan de supersticiosos a los italianos!

Sus casas son estrechas y altas, un mix tradicio-colonial muy hermoso, es otra característica de la ciudad. También hay edificios modernos de hormigón y cristal que sobresalen detrás de las casitas.

La zona del centro se divide entre el french quarter y el old quarter, el elemento «visagra» de esta zona es el lago Hoan Kiem, con su bonito puente rojo que lleva a un islote en el medio de las aguas, con pagoda incluida. Durante el fin de semana cierran al tráfico todo el perímetro del lago y parece estar en una feria de pueblo: exposiciones, música en directo, puestos de comida Bio y una calle entera dedicada a coches teledirigidos para los niños. Los estudiantes tienen la tarea «extra» de ir a practicar inglés con los extranjeros. Las chicas se visten con sus mejores galas, compran ramos de flores y van a sacarse fotos en la orilla, y las familias salen juntas a pasear. «Non tutto è oro quello che luccica» porque en una ciudad con un tráfico tremendo como esta, el cierre de esas calles hace que pasear en los barrios colindantes al lago sea realmente terrorífico. Yo al menos estoy perennemente cagada y pegada a Antonio que les hace el gesto «all the single ladies» a la Beyoncé con la mano y espera que así no nos atropellen.

Como demostración de lo que puede llegar a ser el tráfico de motos, se han inventado un verdadero trabajo alrededor suyo: el aparcamotos. Le dejan el vehículo y el tipo lo aparca en baterías de dos o tres filas. Escribe con una tiza en el asiento códigos alfanuméricos para saber cuanto le deben.

Detallito: Llevamos días de cielo grisáceo, pensaba fuera niebla, pero no. En Hanoi tenemos ahora 173 de AQI; en Madrid, para que podamos comparar, hay alrededor de 65, en Roma unos 50.

Más cosas: hemos estado en el mausoleo de Ho Chi Minh, no lo sabíamos pero era el 50 aniversario de su muerte. Ordas de gente habían ido a rendir homenaje al tío Ho (le llaman así de verdad). Una cola brutal para acceder al mausoleo, unos 400 metros o más, había que dejar en depósito las cámaras de foto, mecheros, cerillas… En fila de dos, con los militares que mantenían el orden para que NADIE lo descompusiese. Imponían un poco. El mausoleo está en el medio de un parque con museo añadido. El mausoleo es etapa obligatoria y tiene que ser la primera. En una habitación en penúmbra, vigilado por cuatro militares, yacen los restos mortales momificados del tío Ho; coronados por dos enormes placas de granito con la hoz y el martillo en una, y la estrella de la bandera del Vietnam en la otra. Parece que se utilizaron las más avanzadas técnicas rusas en su momificación. Chicos, me han dado escalofríos. 

El museo es tremendo, y no solo por la propaganda, es feo de cojones. Hay enormes olas y nubes de yeso en todas partes y horteradas de todo tipo.

Últimas, lo prometo: también aquí hay puestos de comida y peluquería callejeros, en las aceras cada 6-10 m hay mini placas que dicen CÁP ĐIỆN LỰC (indica la posición de los cables eléctricos) y las bodas se celebran en carpas horteras que invaden las calles, hay una vía de  tren  que pasa entre las casas (mamma guarda questo video!)  Y el museo de la mujer mola mucho!

Mañana nos vamos a Hạ Long Bay! Una maravilla de la naturaleza que pondrá a prueba la resistencia de Antonio al barco… esto puede salir muy bien o muuuuuy mal……………

Día 11: curiosidades camboyanas de camino a Hanoi

Bueno, hoy dejamos Camboya. Ha sido un día de descanso y avión. Una buena ocasión para hablar de nuestro primer envenenamiento.

No obstante mi obsesión por la higiene al parecer tengo que haber ingerido bacterias de estas en mi vida pasada porque en 24 horas habíamos superado la intoxicación. En cualquier caso Antonio es el culpable, obviamente. Después de casi diez días incólumes ha pensado fuéramos inmunes a la e-coli en cantidades y debíamos empezar a comer donde los locales. Sí o sí.

«A que hemos venido?», «Me he criado en el corral de mis tíos», «después de la rata no puede pasarnos nada»…

Obvio que ha pasado, había cantidades de perros roñosos en el supuesto restaurante y tropecientosmil moscas. Nuestros rollitos primavera crudos tenían todas las papeletas para envenenarnos.

Fresh spring rolls, Camboya

Cierto interés ha tenido la población de la guesthouse. Unas cuantas parejas camboyano-europeas, unas parecían apañadas, la verdad, otras menos. Lo especial del cuento fue una niña que una tarde me eligió cómo su súper mejor amiga. No-me-sol-ta-ba. La niña había vivido en Australia y no paraba de darme hostias por mi inglés, 10 años tenía! Sus padres no la habían llevado a los templos y ya llevaban una semana allí y se moría de ganas! Y dale a contar las historias de los hinduistas y a ver fotos de los templos y buscar en Google translator las palabras que yo no me sabía en inglés. Que ca-te-ta-ga-ña-na-pa-le-ta. Va mejorando poquito a poco, todo un invierno viendo series en inglés ha servido de algo, not enough en cualquier caso. El día siguiente la niña casi no me habló, tuve que aburrirla.

Otra cosa que no se podía escribir en el capítulo anterior para no estropear lo didáctico y bonito del cuento es que la ciudad es una especie de Las Vegas pobre del éste. Una especie de parque de atracciones para turistas. Hay una calle petada de garitos súper horteras repletos de luces psicodéli as. Eso de las luces les mola a los camboyanos, hasta para los templos, imaginaos lo que pueden llegar a hacer en una calle que se llama «pub street». Rollo luces de navidad del jardín botánico, multiplicado por cien.

Pub Street, Siem Riep

Puestos de comida ambulantes que enseñaban escorpiones y serpientes fritos a los cuales se les podía fotografiar por medio dolar, piscinas de cristal con peces para meter los pies y que se comieran las pieles muertas y los callos. Hasta un body builder había, petadísimo-isimo y caucásico (mucho mas glamuroso que los petados asiaticos) que se ofrecía para tumbar a cualquiera.

Un capitulín va a los puestos de comida callejera. Se pasa de fruta exótica desconocida a todo tipo de bicho. Lo más asqueroso: ratas, langostas (las de la plaga de la Biblia, no las de mar), pescado seco repleto de moscas y unas almejas saladas y especiadas. Aquí va un resumen fotográfico de lo que no me ha dado vergüenza fotografiar:



 

Días 8-10: Angkor

Ci sono mille cose da raccontare e circa 250 fotografie, non posso propinarvele tutte, farò una difficilissima selezione! Oggi siamo alla fine del terzo giorno di visita della zona archeologica di Angkor e ce ne andiamo con gli occhi pieni di immagini e storie pazzesche. Sto scrivendo dal portico della guesthouse ed ha appena iniziato a piovere, stupendissimo (e finalmente).

L’area di Angkor è enorme, wikipedia dice 350 km ², nella mappa si vede quanto sia grande rispetto alla città. La zona che generalmente si visita è di circa 15 km², per questo è indispensabile avere un mezzo di locomozione. Qualcuno sceglie la bici, e non sarebbe stato male, noi abbiamo scelto il Tuk Tuk, fa davvero un caldo straziante. Non immaginavamo che l’area archeologica fosse così densa di templi, ce ne sono a centinaia.

Angkor map

Tutto comincia nell’889 quando il re Yasovarman I sposta la capitale ad Angkor. Da questo momento in poi si succedono diverse dinastie. Grazie alle iscrizioni in sanscrito riportate sulle stele trovate nei pressi dei templi, ma anche grazie all’interpretazione dei bassorilievi che li decorano e alle cronache di mercanti e viaggiatori, si sono potuti datare gli edifici. L’attività nella pianura continuerà fino al 1431 quando il regno khmer cadrà in mano dei Thai. La terribile storia di questa nazione perennemente in guerra ha fatto sì che la giungla si appropriasse di tutta l’area. Nonostante ci siano testimonianze della «città di pietra perduta nella giungla» del XVI secolo, solo nel 1848-1856, con i racconti illustrati di un missionario francese, la città acquisì notorietà ad ampia scala. I primi scavi si fecero all’inizio del ‘900 ma la fama a livello mondiale arrivò con l’iscrizione nel 1991 del sito nelle liste dell’UNESCO.

I re Khmer vennero considerati alla stregua degli dei. Il re faceva costruire un tempio dedicato ad una divinità (induista o buddista) nel quale veniva incoronato ed anche sepolto. Ad alcuni re corrisponde la costruzione di cittadelle: Angkor Wat ed Angkor Thom; Angkor deriva dal sanscrito nagara (नगर in  devanagari ), «città». Delle cittadelle solo permangono le strutture in pietra, dei palazzi e delle scuole in legno, dove vivevano solo i reali e i monaci, rimangono solo le fondamenta.

Ci furono periodi in cui le due religioni convissero pacificamente sotto il dominio di re «illuminati» come Jayavarman VII, ed altri in cui, con il predominio dell’induismo, vennero distrutte le immagini sacre e trasformati in induisti i templi dedicati a Buddha, un enorme movimento iconoclasta. Generalmente venivano picconati i bassorilievi parietali ed alle grandi statue integrate con l’architettura veniva aggiunto un terzo occhio trasformando di fatto Buddha in Shiva. 

Quando parlo delle grandi statue integrate parlo di questo genere di cose:

Bayon temple
Bayon temple terrace

Questo è il tempio di Bayon al centro dell’area della cittadella di Angkor Tom, possiede ben 37 torri con 2-4 volti scolpiti!

Ci siamo fatti aiutare da una guida perché vedere tutto questo senza sapere nulla di buddismo o induismo sembrava una cazzata, certo è che è stato un salasso. 

I templi hanno una caratteristica forma piramidale, talvolta terrazzata, sormontata da torri coniche, queste forme sono una analogia del mito induista del monte Meru, dimora degli dei. I templi sono sempre circondati da mura concentriche che rappresentano le catene montuose intorno alla montagna sacra e spesso c’è un fossato che rappresenta l’oceano.

Vista del fossato intorno ad Agkor Thom
Ecco i Devas (gli dei) che tirano Vasuki, dall’altro lato della strada ci sono gli Asuras.

Il mito indù del frullato dell’oceano del latte è una delle ispirazioni principali nella costruzione dei templi ed è stu-pen-do. Narra che al principio dei tempi ci fu una lotta tremenda tra Asuras (i demoni) e Devas (gli dei), allora mortali. Lottavano per ottenere delle erbe che donavano l’immortalità poste sul fondo dell’oceano del latte. Le due fazioni tiravano gli uni dalla testa e gli altri dalla coda di un enorme serpente, Vasuki, che a sua volta era attorcigliato attorno al monte Mandara. Il movimento generato dalla trazione delle due fazioni provocò la rotazione del monte sul suo asse, di conseguenza vennero «frullate» le acque dell’oceano. L’intento di dei e demoni era quello di far sprofondare il monte per poter attingere alle erbe. I demoni arano in vantaggio, cosicché Vishnu si trasformó in una gigantesca tartaruga (Kurma) per sostenere il monte. Il mito continua ancora ed ancora…Quindi nell’analogia il monte è il tempio e l’oceano il fossato, per attraversare il fossato il ponte ha statue di dei e demoni da un lato e dall’altro che titano Vasuki, il serpente.

I templi principali sono decorati nella terrazza inferiore, ad Angkor Wat per esempio viene rappresentato il mito del frullato del latte, ma anche la conseguenza delle azioni degli esseri umani nella vita ultraterrena. Nella seconda foto si vede come i virtuosi vadano in «paradiso», i malvagi all'»inferno» e coloro che sono passati senza lode e senza infamia si reincarnino in esseri umani (nel mezzo). 

Samudra manthan- frullato dell’oceano di latte, Angkor Wat
Reincarnazioni nel mondo dei cieli, degli inferi e in quello terrestre, Angkor Wat

Questo è stato il primo impatto per noi, la maggior parte dei templi fu costruita tra il XI ed il XII secolo ma l'»olvido» e la natura hanno fatto il loro lavoro.

 Il secondo giorno con la sveglia alle 4.30 abbiamo visto l’alba dal recinto di Angkor Wat, la foto, quella bella l’ho presa da internet

E finalmente il momento tanto atteso: il momento Tomb Rider

Día 7: Battambang – Siem Riep in battello

Oggi è stato un giorno speciale. Siamo andati in battello da Battambang a Siem Riep, si sono compiute le mie aspettative al 100%. 

La sveglia è suonata presto, siamo completamente rincoglioniti infatti. Abbiamo fatto tardi, tanto per cambiare, e invece che comprare panini abbiamo avuto il tempo di prendere solo un casco di mini-banane che ci hanno alimentati fino a sera, stavo vedendo i sorci verdi.

Abbiamo avuto fortuna nella sfortuna perché abbiamo preso un battello simile ai regionali di Trenitalia. Ci abbiamo messo 8 ore invece che sei, ci siamo fermati decine di volte. Venivamo avvicinati dalle barchette e ci avvicinavamo noi alle case per fare carico-scarico delle provvigioni. Quindi ci siamo affacciati letteralme alla vita quotidiana di questa gente.

Il battello non era molto grande, e il numero dei presenti duplicava i giubbotti salvagente, la sicurezza prima di tutto!

Questi fiumi appartengono al bacino idrologico del Mekong e come il Mekong sono super torbidi di natura propria, inoltre ci scaricano e buttano la qualunque, quindi non immaginatevi l’estetica di un torrente di montagna. Le acque sono placide e marroni ma piene, piene, piene di vita umana e faunistica. Nella prima parte del tragitto il corso del fiume è circondato da campi coltivati, poi si entra nella riserva ed infine nel lago Tonlè Sap (sconfinato); da qui ci si immette nel Siem Riep river dove si percorrono poche centinaia di metri per poi attraccare. Il lago può moltiplicare la sua portata di circa 13 volte nella stagione dei monsoni, qualcosa di simile accade ai fiumi. Immaginate che problema per chi deve adattarsi a queste condizioni mutevoli.

Con cosa ti incroci lungo il fiume Sangkaé

Ci sono case galleggianti lungo quasi tutto il percorso, alcune sparse, altre agglomerate in villaggi, i più grandi hanno anche delle scuole. Si vedono infatti i bambini che vanno, da soli o accompagnati, in barca con la divisa. Riflettevamo su come debba essere una vita per un bambino senza poter correre. Ci sono tre tipi di case: le case su palafitte costruite sugli argini, le case-barca e delle zattere con palafitte E bidoni di benzina vuoti nella parte dello «scafo» a mò di camera d’aria. Quando il livello del fiume è basso le palafitte si «appoggiano» sul letto, quando il livello sale iniziano a galleggiare, ancorate. Su queste palafitte fanno di tutto, sono unifamiliari e decisamente prive di comfort, eccetto la TV, questo si. La vita scorre placida, il battello rifornisce i negozianti, le famiglie allevano anche piccoli animali come galline o alligatori sulle piattaforme, i ragazzi studiano, gli adulti pescano, coltivano e si dondolano sulle amache…

Día 6: Battambang y trabajo

Día tranquilo de paseos, una galería y un poco de trabajo en nuestro querido “royal hotel”.

Para arreglar el estómago después de la rata y la verdura cruda he desayunado yogur y cereales,

Antonio ha pensado que lo mejór de lo mejór era desayunar una sopa picante de arroz y pollo.

Al parecer en la ciudad hay cierto movimiento artistico e incluso una galería de arte bastante importante. He de decir que está muy bien estructurada, con las colleciones bien expuestas y unas paredes de ladrillo basto que me han enamorado. Me ha gustado bastante un artista camboyano Hour Seyha que trata los temas mas peliagudos que afectan el país. Después del “art attack” hemos vuelto al hotel paseando y literalmente asándonos por el calor bochornoso. El paseo a lo largo del río tiene su aquel!

 

Mañana volveremos a Siem Riep en barco, tardaremos 6 horas aprox, a ver si nos encallamos, el nivel del río es particularmente bajo. Me muero de ganas, de ir en barco, no de encallarme. Se pasa por unos pueblos flotantes y por un lago que en la estación húmeda puede triplicar su caudal, el Tonlé Sap. Que coño, voy a diseñar un mapita de la ruta para mañana!

Día 5: Battambang y alrededores

Lectura no recomendada a un público perezoso, el resumen de hoy va a ser largo!

Contratamos una excursión en Pomme tour para ver los alrededores de la ciudad en tuk tuk. Nuestro guía se llama Toni y se llama así también en el registro civíl, no es un ព្រះរាជាណាចក្រកម្ពុជា que se hace llamar Toni por los guiris.

Battambang se compone del núcleo urbano “consolidado” y se extiende en una sprawl city a lo largo del río Sangker y sus afluentes. Ésta ciudad dispersa no deja de tener una identidad productiva clara que se superpone al uso residencial. Casa e bottega praticamente. Pasamos la mañana descubriendo centros productivos familiares de todo tipo y probándolo todo, claro. Yo sólo pensaba en bacterias. La verdad por delante.

Producción de fideos de arroz (la mas fascinante):

Bien, debajo de esta tienda a dos aguas con todo el “techo” ennegrecido por el humo, un chico y dos señoras hacen fideos, 400kg al día, desde las 4 de la mañana. El proceso es muy rudimentario, todo hecho a mano, excepto el amasado del arroz fermentado con el agua, que se hace básicamente en una especie de mini hormigonera. Después de varios procesos la masa se pone en un colador y, prensada por el mismo peso del chico, va cayendo al agua hirviente, alimentada por un fuego de leña. Una vez sacados los “fideos eternos“, y sumergidos en agua fría, dos señoras se dedican a cortarlos, enrollandolos en sus manos y haciendo mono-porciones que depositan en una cesta de mimbre forrada por hojas de loto. Claramente los hemos probado, pero bueno, aunque hubiese gallinas y mucha mierda por allí los fideos habían pasado por agua hirviendo (D., T., era quasi sicuro mangiarli…). Los fideos son únicamente para consumo diario, no los secan ni conservan. No soy buena con los vídeos pero mola el ver el proceso, creo.

Sticky rice: chicle de arroz

Al borde del camino te encuentras decenas de puestos. Muchos de ellos hacen el sticky rice, no sé dónde encontrarán el público suficiente para venderlos. El procedimiento: rellenan las cañas de bambú con arroz, leche de coco y habichuelas negras, luego tapan las extremidades con una hoja de plátano hecha una bola. Disponen las cañas en dos filas a dos aguas y encienden el fuego debajo. Al cabo de una hora ha terminado la cocción y pelan la parte exterior de la caña con un hacha de mano, dejando una capa fina que se puede abrir con las manos en forma de “sol”.

Y nada, te lo comes a pellizcos. Saludable, dietético, vegano. Chicle de arroz tal cual. Antonio me ha obligado a comérmelo entero. Puede costar de 0.40 hasta 1 euro (si vas con Toni) dependiendo del diámetro de la caña.

Piscifactoría: mi favorita!!!

Aquí haría falta un botón para los olores. Todos sabemos que el pescado huele a pescado pero aquí lo dejan fermentar dos años para hacer una masa que suelen echarle a los caldos. Así que: el pescado fresco, el pescado fermentando y la basura de pescado. Un mix espectacular.

Lo bonito de todo ésto es que nunca he visto obtener el producto, su elaboración y venta en el mismo sito (la filiera corta). Pescado, elaborado, vendido. Precioso.

Masa de dumplings, otro ‘must’

Las chicas se dan el cambio con sus hermanas que salen del cole. Aquí en Camboya trabajan desde pequeños. El proceso se entiende perfectamente en el vídeo, la coordinación entre las hermanas es digna del engranaje de un reloj suizo!

Destilería de rice wine

Mezclan el arroz con un montón de especias lo dejan macerar un día y luego le añaden agua y lo dejan fermentar. Después de prensarlo se conguerte en el “GIS(?)” una especie de masa compacta, parecida al yeso que luego pasan a la destiladora…

La parte importante de esta sección es que creen que las serpientes dejadas macerar en el vino sean garantía de fertilidad para el hombre. Lo demuestra el hecho que el padre de Toni tomaba mucho rice wine y tuvo 10 hijos! Antonio por el bien de nuestra progenie lo ha tomado. (Bambel, ésto es también para fidelizarte al blog)

Un poco de cultura e historia: Wat Samrong

Esta pagoda del siglo XVIII fue utilizada por los khmeres rojos como prisión y salas de tortura. Los habitantes de Battambang (battambagueños?) la consideran un lugar sagrado para los espíritus de los que fueron asesinados allí. Por esta razón han decidido no restaurarla ni volver a usarla y construir una nueva pagoda en frente de la antigua. Es una pena verla en ruinas en realidad. En este sitio murieron tres de los familiares directos de Toni, tíos y primos.

Pues aquí es cuando Toni ha empezado a contarnos que él tenía dos años cuando, en el medio de las masacres, su familia decidió refugiarse en Tailandia. Estuvieron un mes caminando por la selva, por caminos secundarios, cruzandose con fosas comunes llenas de cuerpos en descomposición. Él se acuerda de los cadáveres por el camino, un niño de dos años. Estuvieron siete años en Tailandia. A la vuelta perdió a causa de las minas dos hermanos y varios conocidos. Ahora Toni vota por un partido opositor al que gobierna, habla de una represión a ellos violenta e incesante, de corrupción institucional, prisión selectiva y asesinatos. Nos ha contado que participó en el 2014 en una manifestación pacífica contra el gobierno, en Phnom Pehn, y que después de unas horas los militares abrieron el fuego contra los manifestantes matando a algunos de ellos. Él dice haber estado cerca de los que murieron. Ahora tiene miedo de hablar de estos temas con los camboyanos. Dice que se cruza de brazos, agacha la cabeza y no vé, no habla y no oye.

Bamboo train: megaturistada

Estaba incluído en el precio, claro. Se trata de una línea de tren que se construyó en los ’90 para el transporte de mercancías. Los paisajes eran muy bonitos, todo hay que decirlo. Monoraiiiil

A comer raticas, es exactamente lo que parece

Death cave y batcave

Hay una formación rocosa en el medio de la planicie. Aquí hay grutas cársicas y unos templos dedicados a Buda que gozan de unas vistas realmente espectaculares. Unas de las grutas fueron utilizadas por los khmeres rojos para arrojar los cadáveres de los opositores. Los murciélagos se han adueñado de otra gruta. Al atardecer y durante casi dos horas (podemos certificar media hora con nuestros ojitos) , empiezan a salir milliones de murciélagos que van a alimentarse a las zonas húmedas (60km de viaje de ida y vuelta cada día!). No tengo fotos decentes de ésto pero es flipante, de verdad!

Día 4: Viaggio Phnom Pehn-Battambang

Sveglia alle 5.30 del mattino, oggi è stato un lungo giorno di viaggio che ho passato tutto il tempo dormendo! Viaggio in macchina con un soggetto sdentato che non parlava una parola di inglese e che non sapeva usare né leggere google maps.

Siamo arrivati a Battambang, la seconda città del paese. Ha un traffico un pochino più moderato della capitale ma per il resto si assomigliano abbastanza.

Per ora posso solo parlare di quanto sia orripilante l’hotel. Abbiamo commesso un errore nella prenotazione e il royal hotel sembra uscito da un film asiatico degli anni sessanta. Tendine e muri giallastri, testiera del letto in falsa ebanisteria, micro bagno con scolo della doccia nel pavimento… Il soffitto merita un capitolo a parte: in cartongesso ispezionabile, le guide sono a vista e i pannelli hanno dei bassorilievi con dei fiori, al centro un ventilatore verde salvia.

Día 3: Phnom Penh (parte 2)

Empecemos por el final: la comida/cena en el restaurante de David.

Rollo “rey de los tallarines” detrás de Plaza de España pero en vez de lavarte las manos en una concha gigante lo haces en un pasillo al lado de una señora durmiendo tumbada en el suelo.

Hasta ahora no habíamos probado comidas que nos flipasen de verdad y ha sido todo un descubrimiento; lástima que mañana nos vayamos. En realidad aquí se comen muchas hierbas, y digo hierbas porque se trata de hojas de varios tipos. El curry de ayer llevaba flores también, es algo bastante típico. Si no camuflas el sabor con el curry te parece comer césped. Lástima que no tengamos 4 estómagos rollo vacas… se hace un poco dificultosa la digestión 🙂

Rebobinando: esta mañana hemos ido al museo del genocidio Tuol Sleng, que fue la prisión S-21. El edificio en si es representativo de una de las páginas más tétricas de la historia del país. Estamos hablando de los crímenes cometidos por los jemeres rojos entre el ’75 y el ’79 bajo el mando de Pol Pot. Allí murieron 12.000, posiblemente 20.000, personas que antes habían sido detenidas sin motivo y torturadas para sacarles confesiones inducidas. En todo el país hubo más de 2 millones de víctimas.

Ha sido duro. El museo está muy, muy bien hecho y la crónica de los eventos va de lo general a lo particular, poniendo nombre y cara a algunas víctimas. Es imposible no sentirse absorbido por el lugar. La ideologia de partido llevó a evacuar las ciudades, que quedaron hechas escombros, imponiendo una economía agraria que nunca se consiguió llevar a cabo. Tanto la clase alta como la clase media fueron aniquiladas, destrozando por completo el tejido social. He entendido mejor el porque es tan poliédrica la ciudad.

Después del museo hemos visitado el mercado ruso, otra telaraña de puestos, con productos un poco distintos respecto a los de ayer, que van de los metalmecánicos a los bolsos de piel de serpiente o a tejidos de seda.

Día 2: Phnom Penh (parte 1)

Alle 9.30 eravamo in marcia. La valigia non era ancora arrivata cosicché sono stata per oggi il Mini-Me di Antonio cosa che ha degli aspetti non indifferenti di praticità. 

Il primo impatto è come uno schiaffo in faccia. La città ha una pianificazione urbanistica ma non ha “forma”. La maggior parte degli abitanti vive in edifici di 2-3-4 piani simili ad alveari. Al piano terra negozi di vario genere e al primo e secondo piano appartamenti. Non mancano mai i balconi, hanno quasi tutti una grande porta finestra con inferiate e superiormente delle mini aperture per l’aria. Affianco a questi edifici modesti ci sono i palazzoni degli hotel, alti, in calcestruzzo. Poi ci sono i jolly, note stonate, edifici che ti spiazzano come il primo qui in basso:

Il traffico è incredibilmente congestionato e attraversare la strada arriva ad essere seriamente pericoloso; anche i marciapiedi vengono utilizzati come corsie extra! L’odore di smog è intenso, come in tante città in Asia, ma a me sorprende sempre.

La povertà è dilagante. Cumuli di pattumiera si affastellano progressivamente durante le ore del giorno per essere sgomberate di notte, lasciando scie maleodoranti sui “marciapiedi” per chi li percorrerà la mattina dopo. Questo accade ovunque.

Bambini scalzi o con scarpe molto più piccole dei loro piedi, 4 persone senza casco su un motorino (questo succede pure a Bari)… Insomma tante piccole e grandi cose che fanno riflettere.

Riflettendo riflettendo siamo arrivati al mercato centrale, un edificio iconico in città costruito dai francesi nel 1937, guardate queste foto storiche. Ragazzi, non so da dove iniziare. E’ uno spaccato della vita quotidiana della gente di qui. Ha una pianta a croce greca ed ogni braccio ha commerci specifici: alimentari, abbigliamento, tecnologia… e nel centro una cupola in calcestruzzo con punti vendita di gioielli. Tra i bracci costruiti ci sono all’esterno altri corridoi con mille altri settori, religiosamente suddivisi. Un’esplosione di odori e olezzi, giuro che ogni bancarella meritasse una foto. C’era cibo freschissimo, ancora vivo, appena ucciso, o bello che morto. Alcune delle bancarelle conservano i prodotti con il ghiaccio che si vende nel mercato stesso.

C’erano anche tantissime bancarelle con prodotti essiccati, essiccano la qualunque. Uno dei bracci esterni è dedicato alla ristorazione, acqua corrente non ce n’è quasi e lavano le stoviglie in bacinelle varie, alla gente non gliene frega niente e mangiano contenti.

Quando abbiamo visto un secondo mercato abbiamo capito perché questo lo chiamano “centrale”. Bancarelle non ce n’erano, c’erano delle specie di panchine con i venditori accovacciati tra i prodotti che vendevano, vivi e morti. I percorsi strettissimi con lo scolo di acqua e sangue nel mezzo. Credo che il mercato Ballarò di palermo potesse essere simile a questo cent’anni fa.

Un’immagine mi è rimasta impressa: una signora seduta a gambe incrociate, incorniciata letteralmente da galline vive starnazzanti, con una manciata di colli di galline spiumati in mezzo alle gambe. Mi sono vergognata di fotografarla e come lei tutti gli altri in questo mercato.

Poi abbiamo visto la prima pagoda del viaggio: Wat Phnom e imparato che di bastoncini di incenso ne devi mettere almeno tre per Buddha altrimenti nan si fatt nudd (no has hecho nà de nà). La verità vergognosa è che la cosa più significativa è stato un altare all’esterno che oltre all’immagine sacra aveva delle specie di bersagli luminosi verdi e rossi psichedelici.

Segue il lungofiume Tonle sap, un affluente del Mekong, marroncino come il Mekong. È una specie di parco lineare, la gente letteralmente ci vive, ho visto una lezione di aerobica fantastica.

Infine c’è stata la Wat Ounalom. Era chiusa la pagoda però era aperta l’area sacra, se così si chiama. Tutta l’area è urbanizzata, originariamente qui si alloggiavano solo i monaci(fino a 500), ad oggi ci sono anche case di nuova costruzione, un peccato.

Día 1: odisea en Bangkok camino a Camboya

Como en cada uno de nuestros viajes hay que esperar un contratiempo inicial. En Indonesia dormimos en casa de un local que estábamos convencidos nos hubiera robado (y fuera a matar esa noche); en Islandia se rompió el coche de alquiler camino a Reikiavik en medio de la nada más absoluta y a medianoche (0°C). En el caso de hoy estamos hablando de un pequeño retraso del vuelo Bruselas – Bangkok, una media hora. Llegamos a la zona de tránsito una hora antes del despegue para hacer el control equipaje…. Pero en una hora llegamos fijo…. no???

Aquello era la mezcla de un Madrid Barcelona, con bazar árabe y todo esto administrado por un mono. Se pasaba de esta cola de 80-100 metros:

bastante civilizado (y climatizado), a una habitación sin aire acondicionado ni ventanas, de seis metros por seis, con una densidad de seres humanos flipante. Había dos detectores de metales para todos los tránsitos, en Bangkok, en verano. La gente estaba súper impaciente, todo el mundo empujando y pasando por debajo de las barreras. Agobiante. Niños llorando, alemanes desesperados colándose como no haría ni el peor cozzalo italiano… Cuando por fin pasamos el control (15min para la salida) empezamos a correr como locos hacia la puerta de embarque. Antonio con los cordones desatados, sin cinturón y con los pantalones que se le caían. El aeropuerto de Bangkok es una especie de cruz gigante, teníamos que correr de los pies a la última punta del clavo de cabeza (un km y medio).

Con mi famosa forma física ha sido una proeza. Encima llevábamos el polar, las bufandas y el plumas, en Bangkok, en verano. Inútil decir que no llegamos a tiempo. Después de una buena polémica con las azafatas de Thai, las únicas tailandesas que no sonríen en el mundo, conseguimos sitio en un vuelo de otra compañía. Primero nos dicen que deberíamos ir a recoger nuestro equipaje y facturar otra vez, imaginaos el terrorluego nos aseguran que las mochilas estarán en nuestro mismo avión. Llegados a Phnom Penh no ha llegado ninguna de las dos. Encontramos de coña la de Anto en el lost and found, de mi mochila no se sabe nada!!! Pues ná ya veremos si la encuentran, cogemos un tuk tuk y venimos al hotel. Toda una experiencia pero no inesperada! Ahora sólo deseamos que el calefactor se ponga a trabajar y vamos a dar un paseíto! (Yo con los calzoncillos de Anto voy a estar muy sexy)